La escopeta sobre la pared
El número de grúa del ACA. Llamé al número de la grúa del
aca, hirviendo de la calentura. Y nunca me atendieron. Automáticamente, pensé
en dar de baja el seguro y en matar a
alguien. Me dije calma. Esto tiene que tener alguna solución. En eso llega ye y
me dice que el tipo del autoservicio donde entretenía a la chula le dio un
número de mecánico conocido.
Para esto había un chico al que se le había roto la palanca
de cambio. Y se lo estaba llevando una grúa. Voy y le digo al tipo de la grúa
si no me puede venir a buscar. Ya que había cerca una estación de servicio
Esso. A 7 km. Me dijo que no porque tenía u viaje más y se volvía para Córdoba
capital.
En fin, después de esperar una hora, vino el mecánico que
dijo que en 15 minutos estaba. Cada minuto en que pasan estas cosas se
intensifican cada vez más y el tiempo parece eterno. Así como se intensifica la
desesperación. Lo triste que es querer continuar y no poder.
Viene el tipo. Con humor cordobés se acerca. Nos dice que
tiene un pedazo de manguera y que lo va a poder arreglar seguramente. Nosotros ya
pensábamos que nos quedábamos hasta el lunes en Oncativo. Ahora, este tipo nos
dijo que lo acompañemos hasta su taller. Ahí me entró el pánico en serio. Pero no
me quedaba otra. Lo seguimos. El flaco se manejaba en una Traffic hecha pedazos.
Toda oxidada. Llegamos al taller y empieza a hablar con otro tipo. Se me empezó
a llenar el culo de preguntas. Si estoy sólo, me la rebusco, pero con una
criatura y mi mujer, es distinto.
Me entró más aún el escozor cuando entro el auto al garaje del
tipo. Empiezo a mirar para todos lados y apoyada contra la pared veo una
escopeta. Me bajé preparado cual luchador de Mortal Kombat que iba a ser
víctima de una fatality. Y me decía: “Quedate tranquilo. No va a pasar nada”…
Continuará…
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