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Mostrando las entradas de abril 5, 2015

Final relajado en el Parador

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Nueve horas seguidas de sueño. De dormir con sueño. Relajado ya, fuimos a desayunar y a una charla para saber cómo surgió el Parador. La guía nos indicaba cómo surgió ese paisaje y esas antiguas construcciones por intermedio de un mural. Los primeros pobladores: los comechingones. Hasta la llegada del “hombre blanco”, como llamaban a los colonizadores y  jesuitas. Y la historia que todos conocemos y que tantas veces fue ocultada y negada por los vencedores. Azotes. Masacres. De ellos quedaron las figuras en el museo. Que por las noches hacen retumbar las paredes con sonidos guturales de corte de garganta. En 1930 llega Natalio Botana. Un periodista argentino fundador del diario Crítica. Llega en auto lleno de glamour. Y funda un hotel de juegos y juergas. Un casino a medio terminar. Posteriormente a eso, llegan los monjes salesianos. Y construyen precarias casitas, que hoy ofician de hospedaje a huéspedes como nosotros. Construyeron un dique para beber el agua del río, cristalina,

Contradiciendo a Freud

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 Baño y a la cucha. Esa era lo que pensaba cuando llegue al Parador. Pero sin embargo, no había nadie en la recepción que reciba a unos ojos cansados, nerviosos y pasados de rosca. Entro al comedor. Pensé que habían matado a todos y esa era la tranquilidad posdesastre. Imaginaba encontrarme paredes manchadas de sangre y cuando vuelvo a la realidad estaba mirando las mesas muy bien presentadas. Camino un poco más y ya se olfateaba un sabor a comida. Hasta que aparece el pibe de la recepción. -¿Cómo te va? Sí. Enseguida voy.-me dice sabiendo que había estado en falta al no estar presente al momento que yo llegaba con otro enchufe, con otra revuelta de ideas en la sabiola, con la adrenalina del viajero que se acerca a una posada. Sin embargo, el lugar era extremadamente calmo. Y mis piernas contrastaban otro ritmo. Muerto de cansancio. De un cansancio aún enchufado a 220. Me toma los datos. Me da una llave. Que yo miraba como si nunca hubiera visto una llave. Respiré un suspiro. To