Cuando la realidad social supera la ficción política
“El obrero es el más pobre cuanto más riqueza produce. Cuanto
más crece su producción en potencia y volumen. El trabajador se convierte en
una mercancía tanto más barata cuanto más mercancías produce. La desvalorización
del mundo humano crece en razón directa de la valorización del mundo de las
cosas. El trabajo no sólo produce mercancías; se produce también así mismo y al
obrero como mercancía y justamente, en la proporción en que produce mercancías
en general. Este hecho, por lo demás, no expresa sino esto: el objeto que el
trabajo produce, su producto, se enfrenta a él como un ser extraño, como un
poder independiente del productor.
El producto del trabajo es el trabajo que se ha fijado en un
objeto, que se ha hecho cosa. El producto es la objetivación del trabajo. La realización
del trabajo es su objetivación. Esta realización del trabajo aparece en el
estadio de la Economía Política como desrealización del trabajador, la
objetivación como pérdida del objeto y servidumbre a él, la apropiación como extrañamiento,
como enajenación”.
Marx, Karl; Manuscritos.
Lucidez analítica acerca del trabajo
“A los representantes privilegiados del trabajo nervioso
corresponden todos los beneficios, pero también todas las corrupciones de la
civilización existente. Hacia ellos fluyen la riqueza, el lujo, la comodidad,
el bienestar, las alegrías familiares y el disfrute exclusivo de la libertad
política, junto con el poder para explotar el trabajo de millones de obreros y
gobernarlos a voluntad en aras del propio interés, es decir de todas las
creaciones, todos los refinamientos de la imaginación y el pensamiento que les
proporcionan el poder necesario para hombres completos y todos los venenos de
una humanidad pervertida por el privilegio. ¿Y qué les queda para los
representantes del trabajo muscular? Una inevitable pobreza donde faltan
incluso alegrías de la vida familiar, ignorancia, barbarie y casi podríamos
decir una forzada bestialidad”
Mijail Bakunin, Escritos de Filosofía Política
Cualquier semejanza con lo ocurrido en el Concejo
Deliberante en las últimas sesiones es pura coincidencia. O no.
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