CIVILIZACION


Salgo a caminar por la ciudad de Mercedes. Me sorprende la cantidad de comercios. Siempre fue una ciudad donde abundó la actividad comercial.

Cuando estudiaba Derecho Comercial en la facultad, su historia y evolución, me encuentro con un libro de Osvaldo Pisani que advierte sobre la importancia de los antecedentes del derecho comercial. Ella radica en la integración de los Estados parte y que “el desarrollo del comercio…permitió grandes descubrimientos y mejoras…”

El ejemplo que utiliza este afortunado escritor de un libro es la llegada de Colón a América como “descubrimiento” y posterior “comercialización” de las  “especias de las Indias”..

La llegada de Colón a América fue una de las masacres más grandes de la historia. Uno de los momentos más macabros de la historia, donde los españoles y portugueses se violaban a las aborígenes cuando no las masacraban. Pisani habla de “descubrimiento”. En estas tierras había nativos, por lo que ya estaban descubiertas mucho antes de la llegada del europeo. Que venían a comercializar. Para eso se requiere de un común acuerdo entre partes cuya voluntad sea comerciar. Acá hubo saqueo por parte del colonizador. No hay vestigios de contratos firmados entre los señores civilizados europeos y los señores aborígenes. Que venían a evangelizar a seres que ya eran politeístas de antemano.

La llegada de Colón a América es una de las tantas jugarretas de esta conquista de los mercados que significó la era de la expansión de los comercios, llamado capitalismo incipiente. Los fines eran básicamente económicos. Y para lograrlo tuvieron que matar aborígenes, como hoy se aniquila al pueblo oriente en busca de petróleo.

Cuando leía estas barbaridades color de rosa del cuentito de la comercialización de Pisani, me preguntaba quién era más civilizado finalmente: el aborigen o el europeo.

Los primeros contaban con una economía de subsistencia, en la que ningún miembro de la tribu moría de hambre. En Europa contaban con un capitalismo naciente por medio del cual se estaban expandiendo los países que estaban en guerras que generaban hambrunas a sus pueblos.

Hasta que llego a destino y me dirijo hacia el lugar donde había pensado ir cuando partí. La casa de un viejo amigo que no está más. Ni el amigo ni la casa. En su lugar, hay un comercio de venta de artilugios aborígenes.
 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Viaje al Parador de la Montaña

Mente en blanco en el cuarto oscuro

Locati, Barreda, Monzón y Cordera también, matan por amor.