INVENTARIO PARA HUIR DE LA OSCURIDAD
Otra jornada terminada. Con la fealdad que la caracteriza. Ergo, hoy no estuvo tan mal la cosa. Eso que no ejercí ninguna especie de ociosidad. Nada liberador de espiritualidades. En realidad, camino por materias que me agradan. Que no se asemejan tanto a ciertos códigos. Que tiene más que ver con la genuinidad de lo humano. Y encima con falta de agujas que marcan el maldito tiempo que no para. Falta de memoria para ciertos trámites. Inconscientes colectivos que toman los caminos más largos, cuando en realidad son pocos kilómetros. Pero descubriendo ciertos baches de felicidad empiezo a ser un poco más de ajuste a una agenda cansadora. Fin del día. Noche. Hermosa y fea a la vez. Ahora está ameno. A meno que te lo cuente. Retomando fuerzas perdidas en razón de desmoralizaciones varias de diversas vertientes. Dos cambios importantes. La saviola está podrida y perdida. Mucha información junta en poco tiempo. La eskritura es la descarga. ¿Qué culpa tiene el lektor? El nivel human