Menos que existen los que no tienen nada que perder


Me encontré con una persona que no tenía nada que perder. Y me hizo acordar a un tema de Silvio Rodríguez que dice “ …menos mal que existen los que no tienen nada que perder…” Lentamente, me fue contando que uno va recuperando las ganas de vivir que le había quitado la misma vida cuando se da cuenta de que vive. Y que estuvo a punto de perderla. Y cuando estuviste a punto de perder la vida la empezás a valorar cada día más sin dejarte influenciar por cosas sin sentido.
 

El me contó que tenía una vida tenue,aburrida, apagada. Que la gente alrededor camina lento, despacio, con cuidado, con excesivo juicio. La gente está asustada. Y el tipo se preguntaba por qué. ¿por qué vivimos así, en una paranoia permanente, con tanta violencia? ¿y por qué si vivimos tan mal, todo el mundo la banca la mala situación pero nadie la quiere cambiar? ¿tan masocas somos?, me preguntaba el hombre.

Y continuaba. Si uno quiere cambiar las cosas, lo miran a uno como si fuera el bicho raro que amaneció en el catre de Kafka en su metamorfosis. ¿por qué complacemos tanto el sufrimiento humano? Saramago decía que el ser humano desperdicia una enorme cantidad de su inteligencia en banalidades.
 

Silvio Rodríguez tiene en una de sus canciones otra frase que dice que lo terrible se aprende en seguida y lo hermoso nos cuesta la vida, que la vida es tan alta tan alta que para tocarla casi hay que morir para luego vivir. Muy hegeliano. Toda esta cosa entre libros y música se me pasaba por la sabiola cuando me hablaba este buenhombre que casi había perdido la vida en un accidente. Hoy decía que no tenía nada que perder. Hago lo que siento y sanseacabó decía el tipo. Uno nunca sabe. Cuando estemos en el cajón, va a ser tarde. Y en chiste decía que una vez que te tiran la tierra encima anda a levantarte.

Pero por otra parte ¿qué es la muerte sino volver a nacer? En la vida hay muerte y en la muerte hay vida.

La cuestión es que el viejo me hizo un sinfín de preguntas que me dejó pensando. No le respondí ni una por supuesto.
 
 

 

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