LAS VIRTUDES DE LA NEGACIÓN
Boca arriba.
Manos tras la nuca . Tranquilidad tan difícil de conseguir. Para algunos un
insulto a la dinámica. Mirada hacia la nada. Cabeza ocupada pero no tanto. Laburo
sincero pero vil. Cambios. Honestidad brutal que termina perjudicando el futuro.
Ignorancia . Números bobos. Forros que lo único que hacen es forrear y forrarse
de imbecilidad crónica. No mejor que sí. Delimitación de la acción confusa
funcionalmente. Caos funcional. Falta de discernimiento influído por un sinfín de
intereses. Contra los que ya intentó el Quijote. La economía es la fiel
rectora. Y cada cual atiende su juego, y el que no una prenda tendrá. Todo el día jugando a ser un homo economicus. Desgastante.
Todas las
cosas, ya lo dijo un teórico prohibido, no se hacen con el único fin de
enamorar mujeres, como decía el Negro Dolina (“discúlpeme, ¿le falta mucho?”,
para vos Marbosi). Otro teórico decía que el móvil determinante es nuestra
economía. Pero de dinero no se habla. Se roba directamente. Y la vergüenza consiste
en que te vean. Lo que te da de morfar. Si, así de básico. Disimulos. Y otras
especies de idiocias. Prepararse para enfrentar esto es insoslayable. ¿No? Quien
tenga la posibilidad de hacerlo, bienvenido. Quién no, ah… cada cual que atienda
su juego y el que no una prenda tendrá.
Si es tan fácil
vivir al amparo de la estructura lógica de las leyes. ¿Por qué no se hace lo
que se tiene que hacer? Por qué esa necesidad de transformar todo a cada
instante? Si no pude apehender ni siquiera el instante que acaba de pasar? Que le
pasa a la realidad que es tan ciclotímica y cambiante y retorcida?. Tan antimoral
cristiana? Tan caótica? Que realidad tan enferma de humanidad.
Los afectos
son tan efímeros, maltratadores, lastimeros, victimizantes que el amor se
transforma en un juego inteligente para manipular en pos de un interés
aberrante mayúsculo. Lo peor de todo es que están las voces que te revelan como
una verdad nueva y absoluta:”no existe más el amor, vos sos un romántico, el
último de los románticos”. Falta de discusión acerca de las contradicciones. Todo
tiene que encuadrar perfecto, sino no. Susceptibilidades por doquier. Influencia
televisivo-mediática en la resolución de conflictos vinculares. Mentes idiotas
carcomidas por esa falta de discernimiento y conciencia mediática.
El no es
antipático. Desgasta . Genera enemigos, reacciones. Delimita. Cierra puertas. Niega
al otro en su ser susceptible. Se lo hace personal. Imposible no hacerlo en un
mundo narcisista cuyo contexto funcional reclama a cada paso la soledad de los
hombres para que fielmente le sirvan.
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