ARISTOFANES ESTUVO EN EL TEATRO ARGENTINO CON LISISTRATA
“La
mentira sistematizada crea una verdad aparente” (crepito )
El
pasado viernes 6 se presentó en el teatro argentino (arriba) Lisístrata, una
obra griega de Aristófanes que trata sobre la guerra y su relación con el sexo,
excelentemente interpretados por internos de la Unidad 5 de esta ciudad. El elenco femenino era: Lisístrata (Adriana
Rodríguez), Praxágora ( Karina Furtado) , Lámpito (Noelia Rodríguez), Artemisa
(Liliana Gómez) y Mirrina (Pamela González), entre las mujeres . Y del elenco
masculino Marcelo Díaz, que interpretó a Cinesias, Ariel Zelaya que hizo de
Mikos, Rodrigo Miño que era Blépido y los soldados Iván Rebollo y Fernando
Cufré. También conto con la participación especial de Alexander Niño Hernández,
todo bajo la dirección de Gabriela Lorusso , que viene pegando fuerte en la
cuestión teatral mercedina, una profesional que bajó de las tablas porteñas en
que se formó para desplegar toda su capacidad artística en esta ciudad.
La
obra es una comedia de la Grecia antigua ( data del 411 antes de cristo) de
Aristófanes, poeta cómico griego, nacido en Atenas. Se cree que vivió entre el
445 y el 386 antes de cristo. Sus obras versan sobre sátiras políticas y
literarias entra las que se pueden mencionar: Las nubes, Las avispas, Las
ranas, Los acarnenses, La paz, Los Caballeros, La asamblea de las mujeres y por
supuesto esta obra que está adaptada a nuestra cultura en un gran trabajo de
dirección, actuación y de escenografía.
Lisístrata
es una mujer a la que se le ocurre terminar con las guerras. Y como solución
proponía la abstención sexual de las mujeres hasta que sus maridos guerreros
firmasen la paz. Se van a encontrar en problemas cuando se encuentren con ellos
que no querían saber nada con las medidas que habían tomado sus respectivas. En
un intento lisístrico inverso de analogía de los griegos con los hippies
terminó ganando el hagamos el amor y no la guerra. Pero en el fracaso de
Lisístrata la guerra siguió existiendo. Y el amor también. Y una frase que remata el
final que esboza que a las mujeres nunca se las relacionaría con la guerra por
esa cuestión fálica de la espada y de la mina que esperaba eternamente a su
Mambrú se fue a la guerra, no sé cuando vendrá ja ja ja, ja ja ja, no sé cuándo
vendrá. Y encima se reía porque sabía que él se iba y aparecía la libertad. Era
el momento de Ellas, de su libertad. Mientras el muchacho peleaba y defendía a
la guerra ellas tejían escarpines de los hijos de sus amantes. Sin embargo, hay mujeres como Margaret Tatcher
que sí hicieron la guerra ya lejos de los años atenienses.
Es
destacable la actuación de los chicos de la Unidad 5, que bajo la dirección de
Gabriela Lorusso, construyeron el Grupo Renacer y que demostraron una vez más
ser unos señores de la actuación, con un público masivo que aplaudió de pie y
que emocionó hasta al Director de Cultura. Es una muestra real de que el arte
libera.
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