Cuando es que se acaba la joda?
Hernán Casciari | 20 de octubre, 2004 Soy un iluso. Siempre di por hecho que, al nacer la Nina, aquellos que se pasaban la vida diciéndome “disfrutá ahora, porque cuando tengas un hijo se te acaba la joda” iban a desaparecer. Pero no. A la gente que da consejos pesimistas le encanta seguir a tu lado, sobrevolando tu inminente desgracia. Ahora han cambiado levemente el discurso; me dicen: “disfrutála ahora, porque en realidad es cuando crecen que se te acaba la joda” . Tener un hijo, por el momento, no se parece en nada a todo lo que me han dicho estos pájaros de mal agüero. No ha habido un minuto, ni uno solo, de desconcierto o agobio. Ni los llantos madrugadores, ni el tópico impedimento para ir al cine o al teatro, ni las cuatro mamaderas diarias, ni la mierda (cada vez más consistente y humana) de los pañales, ni las tardes que no puedo escribir, me importan un carajo. Y si se le pregunta a Cris, dirá lo mismo. Desde hace seis meses —la Nina ha cumplido medio año, ¡oh!— estamos vi