DUMAS Y LA REALIDAD ACTUAL
Edmundo Dantés. El protagonista de El Conde de Montecristo. Lejos de Pablo Echarri, la novela de Alejandro Dumas deja muestras de valor. No de valor en dólares ni en euros, sino de ese valor en épocas en que el mismo vale interés individual, a largo plazo, para infravivir. El poder lo mete preso sin pruebas. Es decir, con una prueba inventada en su contra por un problema de polleras y por una ambición de poderío de su contrincante, Fernando. ¿No suena real Dumas? Se hace carne acá, allá , en todas partes donde exista competencia carnal de quita de ojos y charco de sangre burocrático en pos de un puesto oficinesco. Ella, Mercedes, una vez más congraciándose con género femenino metiendo sus preciosa nariz en medio del bolonqui. Si no, traicionaría su condición. Ellos, engañando su condición, metiendo narices en pos de la homosexualidad reprimida quizás? No sé. La intención jamás es la misoginia ni la homofobia. No creo que Dumas se rebaje a semejante condición infrahumana. Hay un mito. L