¡CHE, CRISTO!
Estoy leyendo un poco de prisa las aventuras de un niño llamado Jesucristo. Raro en mí. En general, elijo otro tipo de lecturas. Pero lentamente mi cabeza (o lo que queda de ella) va construyendo su historia. Nada más ni nada menos que de la mano de Él, escribiría la iglesia, Iglesia o Higlezia. No importa. Personaje histórico que dejó atónita a gran parte de la humanidad. Más aún, parte de esa humanidad lo sigue hasta el día de la fecha. ¿Qué grosso el tipo no? Algunas lo comparan con el Che Guevara, por su preocupación social por los enfermos (el Che era médico, después de todo) y por los pobres (peleó por la igualdad social). Si hay alguna coincidencia entre Cristo y el Che, además de aquello, es que ambos nacieron en tierras casuales. O sea, las familias que engendraron estos dos sujetos, personajes de la historia, justo pasaban por el lugar donde nacieron los futuros mitos en la ignorancia de que con ellos advenía el registro de la historia. Cristo nació en Belén. Porque José y Ma