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Mostrando las entradas de enero 11, 2011

PROBLEMAS

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  Leo el diario del domingo para ver como no están las cosas. O cómo te las quieren contar. Se que están mal. O no muy bien. O para el tujes si se quiere, pero hay gente que trata de inventarse un mundo ficticio de bienestar, evadiéndose de las cosas que le pegan en lo más profundo de su sensibilidad. La cuestión ficticia. La necesidad de lo ficto de la pura realidad es encarar las cosas con energía y vitalidad y suponer que los problemas que se puedan suscitar en la vida son arreglables, solucionables, con una mera invención de bienestar personal. Ficticia. Ojo que no es una cuestión maniquea de ver si está bien o está mal. Es una manera de sobrevivir a lo mejor. De encarar los quilombos. Para arreglar algo tenés que estar bien por dentro. Riñones, pulmones, intestinos en su lugar. Cabeza, sobre todo cabeza. Cerebro. Que por la tele se fue de vacaciones. Por lo tanto, uno se la tiene que creer. Que vas a poder. Y para creer es necesario confiar en uno mismo, para que el problema, sea

FUTURO ABOGADO

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ERA TAN POBRE QUE LO UNICO QUE TENÍA ERA DINERO

DE SUEÑOS QUE SUEÑAN DELITOS Y CEROOCHOS

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Soñé algo. Parece una película de acción. Resulta que me encontraba con uno de mis hermanos en la facultad de medicina. En la terraza, más precisamente. Cuando bajamos, nos encontramos un auto. Estaba abierto. En el afán de afanarlo, lo entro a empujar para ponerlo en marcha. Y me voy. Los sueños son así. De un momento a otro, te encontrás en una escena y después en otra en milésimas de segundo. La cuestión es que me encuentro manejando el auto y freno en un boliche bailable. Me quedo ahí observando la gente. Empiezo a recorrerlo lentamente y cada persona que me miraba ostentaba pupilas cómplices. Como sabiendo de mi delito reciente. ¡Ah!, el auto lo había robado con mi hermano menor. Estaba conmigo porque yo lo estaba por llevar a mi casa. Y, para no esperar más en la puerta de la facultad donde él estudiaba, nos robamos el auto. Inocente pasatiempo el nuestro. Esa fue la causa del móvil criminal. Móvil, por lo de auto y móvil por la construcción del tipo subjetivo para aquellos penal