OTRA VEZ VOS

Necesito descargar la energía adrenalínica que me embarga después de la noche impecable que ayer tuvo lugar en el Teatro Talía de la ciudad de Mercedes. Desde que empezó hasta que terminó, agradezco la compañía de todos los que integran Otra Vez Vos, una banda que empezó formándose para hacer un poco de música, terminó siendo la alegría de vivir. De sentir que la felicidad existe en la cara de satisfacción (como dijo el trompetista Franco) de la gente cuando abandonas el espectáculo y sentís el calor de la gente en un abrazo fraternal. Ese abrazo que implica un “qué suerte saber que están”. La gente se fue muy contenta. Eso es impagable para la banda.  
Más allá de las discusiones que hayan en torno al sonido, que Ema, con la voluntad de fierro que supo demostrar, sabe hacer muy bien ( y lo demostró también cuando lo volvemos loco gritándole subí y bajá tal o cual instrumento) y los ocho años de estudio de Oscar en una lucha histórica entre la praxis y la teoría, que también con toda buena voluntad sabe explayar su amor por la música ( y otras yerbas) , más allá de la tarima del pela que estuvo buena porque nunca se había visto en ningún show (citando al fan) una tarima invisible, más allá de que el negro no me hable ( en un momento me la creí, uili) , más allá de que el norber plantee si hay una situación x…sacá la patita y de que haya una opinión consensuada de que el fulbo europeo sea mejor que en Latinoamérica porque la hinchada es más rubia y más linda, más allá de la que yo me tire peditos porque no me acuerdo la letra de los temas y las invente ( que esté borracho significa que me siento bien con ustedes muchachos) más allá de que Leo se cruce con la viola ( es una cuestión de tiempo condorito, no te sientas mal chamigo, la música es para disfrutarla), más acá de la dificultad inmensa de no hacerse piel de voluntad de fierro David y de Juli (no te enojes cuando te digo Cristian U. animal, vos sos má lindo, ja), padre e hijo tal para cual ( jamás conocí a gente tan solidaria loco, y a esto lo digo de verdad), más allá de tantas otras cosas más… todo esto,  lo malo de la banda, se transforma en una pelotudez al lado de lo que vivimos en ese mundo climático que se genera arriba del escenario. Somos como los peronistas (aunque a algunos no les guste la comparación); nos vivimos peleando, pero cuando llega la hora de actuar arrasamos todos juntos.
Chicos, que los caprichos individuales no generen la ruptura de esta nueva tribu de indios salvajes  que se dio cuenta que se puede tocar bien, generando conciencia con las letras, disfrutar, cagarse de risa en un asado y discutir, ¿por qué no? Pero siempre en un marco de respeto por la opinión contraria a la nuestra.
Nos juntamos el martes otra vez. Va a ser muy duro tener esto en la cabeza hasta que llegue ese día, y no poder compartirlo. Estamos viviendo un momento espectacular. La gente está contenta con nosotros. Nosotros tenemos que estar más unidos que nunca.
En mi opinión particular, estoy agradecido con la vida de que un día me haya sonado el celular para ofrecerme ser el cantante de esta banda. Más allá de la cuestión musical ( que nunca me imaginé que me iba a encontrar con unos monstruos de músicos), me refiero a que nunca me imaginé que me iba a encontrar a gente tan valiosa como la que hay en el grupo (y no hablo del negro nada más, jaja, hablo de todos). Todos tenemos defectos. Es inhumano no tenerlos. Pero banquémonos muchachos que este momento es especial como para perderlo por discusiones por no haber dormido lo suficiente.
Un abrazo grande a todos. Los quiero mucho de verdad, loco. Estoy tremendamente emocionado. Y no exagero. 

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